Contra el “Operativo Bicentenario” impulsado desde el gobierno nacional, la charla denunció la continuidad del modelo de sometimiento a las potencias imperialistas, que privilegia el pago de la deuda externa, la entrega de los recursos y los principales negocios a las multinacionales, y la creciente explotación de los trabajadores a manos de la burguesía, tanto la “nacional” como la de capitales extranjeros.
La intervención de Cristian Castillo partió de identificar las principales corrientes historiográficas que abordan los sucesos de mayo y la conformación de la Nación, para retomar desde el marxismo las lecciones de 1810 y el proceso de configuración capitalista en el siglo XIX. Entre otras cuestiones, se debatió que la burguesía argentina es una clase profundamente antinacional, subordinada a las potencias coloniales y luego imperialistas desde su origen mismo. Demostrando a su vez por qué la burguesía argentina (y las latinoamericanas en general) no pueden ir hasta el final resolviendo las tareas nacionales pendientes, como el reparto de la tierra o romper el sometimiento al imperialismo, por ejemplo.
Ambas intervenciones generaron la intervención de los participantes. El debate se planteó entre diferentes posiciones sobre la cuestión nacional en relación al imperialismo, y quiénes serían las fuerzas motrices de los procesos revolucionarios, cuestionando si es el proletariado el sujeto de la revolución.
Castillo, retomando las teorías del desarrollo desigual y combinado y de la revolución permanente de Trotsky, demostró que la propia penetración imperialista hace emerger un proletariado poderoso frente a la relativamente débil burguesía nacional, y que la clase obrera es la única que puede encabezar una verdadera alianza de los oprimidos (campesinos, estudiantes y pueblo pobre) para derrotar al imperialismo y liquidar la explotación capitalista, peleando por construir una sociedad socialista. Esto mismo se abordó desde Argentina, señalando el peso objetivo de la clase obrera como fuerza social y política, su tradición histórica de lucha y el nuevo fenómeno de sindicalismo de base que hoy se expresa en Kraft, Zanón y los nuevos emblemas contra la burocracia sindical.
Desde Tesis XI-Pan y Rosas en la presidencia del CEHum saludamos este importante evento, que demuestra que es posible pelear por organismos democráticos y militantes, que junto a la pelea con la clase obrera, también impulsen en la universidad el debate y la discusión reinstalando el marxismo como herramienta para la comprensión y transformación de la sociedad.
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