sábado, 20 de febrero de 2010

Aguas privatizadas y ría contaminada al servicio de las grandes empresas

Basta de saqueo de los recursos naturales de Bahía Blanca y White

Los saqueos de los recursos naturales y la contaminación son un gran problema nacional. Los pobladores de Catamarca se animaron a enfrentar a la minera y el gobierno de los K pese a la brutal represión. Toda la población de Andalgalá ganó las calles contra la represión y para frenar la depredación. La causa popular de los catamarqueños es hermana de la pelea contra la contaminación y la falta de agua en Bahía Blanca.

Mientras en los barrios nos quedamos sin agua, y nadie puede ocultar la contaminación producida por el Polo, el intendente Breitenstein junto a la “oposición” radical y del Pro preparan un pacto de silencio para hacernos creer que el problema del agua y la contaminación no existen. Durante décadas, radicales y peronistas se han encargado de beneficiar a las grandes empresas con jugosos negocios, mientras éstas derrochan el agua y envenenan la ría.

 Agua para la población, no para los negocios de las empresas
ABSA, con el aval de la Provincia y el Municipio tiene la obligación de garantizar el agua para consumo de las empresas del Polo antes que a la población. Es el reino del revés: ABSA cobra más barato el metro cúbico a las empresas cuanto más consumen y a la población se la amenaza con multas sino reduce el uso.

La verdadera “crisis del agua” es la falta de inversión y obras del gobierno, mientras se pagan miles de millones para la deuda externa. Mientras continúa esta desidia de ABSA, las grandes industrias se roban un 30% del agua que necesitamos para vivir. Tanto Breitenstein hoy, como Linares en su momento con Azurix, nos demuestran una vez más que sus "entes regulatorios" o las mesas de planificación son una fachada que legaliza la ganancia de las empresas y empeora la calidad de vida de los bahienses. Párrafo aparte merecen los hoy aliados del Partido Comunista,  Integración Ciudadana de Woscoff y Martínez, que ahora aparecen como opositores cuando, siendo concejales de Linares,  permitieron el negociado con Azurix,  y los de Profertil y Solvay, las empresas responsables de los escapes de amoniaco y cloro en el 2000.

Se llevan millones y nos dejan la contaminación

Mientras crecen los casos de cáncer y enfermedades respiratorias en White, el intendente y las empresas, con la escandalosa complicidad de la Universidad del Sur (a través del IADO-CONICET), salen a decir que “no son significativos los niveles de contaminación en la ría bahiense”. El pacto entre la Municipalidad y el rector de la UNS, Crapiste, para no dar a conocer los datos de las investigaciones, choca con la denuncia de los propios pescadores que ya no pueden comerciar lo poco que pescan por el envenenamiento de la ría.

La rebelión de White y la pueblada catamarqueña marcan el camino:
pongamos en pie una Comisión Popular por nuestros recursos y contra la contaminación
El levantamiento de la población de White y la pueblada de los catamarqueños contra la represión, la contaminación de las empresas y la complicidad de los políticos patronales marcan el camino a seguir para terminar con el saqueo de nuestros recursos naturales y la sed de ganancias de los capitalistas.  Para esto los trabajadores y el pueblo bahiense tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas.
Es necesario imponer un contrapoder al del gobierno, empresas y la UNS. Desde los que nos venimos movilizando: pescadores, trabajadores, los pobladores de White, autoconvocados por el agua, los centros de estudiantes como el CeHum y otras organizaciones políticas y sociales tenemos que poner en pie una Comisión Popular contra la contaminación y por el agua. Una comisión que junto a técnicos, científicos y docentes demuestre, en primer lugar, el fraude hecho por la UNS y el municipio a favor de las empresas. A su vez, este espacio tiene que discutir un plan de acción para hacer de esta pelea una causa popular como la de los catamarqueños contra la minera.
Este organismo podría impulsar en todas las empresas el control de la contaminación, garantizar la prioridad del agua para la población, imponer a través de impuestos a las grandes ganancias de estas empresas un plan de obras públicas que solucione el abastecimiento de agua y de todos los servicios (salud, vivienda, transporte), en el camino de luchar por la nacionalización del agua y los servicios públicos. Administrados por los trabajadores y comités de usuarios será la manera de planificar el abastecimiento del agua y los recursos de acuerdo a las necesidades de la mayoría y con una tarifa a precio popular.
PTS
Partido de los Trabajadores Socialistas
                                                                                                Fotos: Eventos Culturales Bahia Blanca

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